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12 Como nuestros padres desobedecieron al Dios del cielo y de la tierra, él se enojó con su pueblo y los puso en manos del caldeo Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual destruyó este templo y a nuestro pueblo se lo llevó cautivo a Babilonia.(A) 13 Pero durante el primer año del reinado de Ciro en Babilonia, él mismo ordenó que este templo de Dios fuera reconstruido.(B) 14 También ordenó que todos los utensilios de oro y de plata que por orden de Nabucodonosor fueron sacados del templo de Dios en Jerusalén, y que fueron llevados al templo de Babilonia, fueran entregados a Sesbasar, a quien había nombrado gobernador.

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